domingo, 24 de abril de 2016

Parodia al cuento tradicional

         Blancanieves y sus juegos


         Había una vez una princesa que se quedó a vivir con siete enanitos en el bosque con la condición de que limpiara y ordenara la casa mientras no estaban.
           Un día el enano perezoso le dijo que la dejaría quedarse si podía pasar de nivel uno de sus videojuegos favoritos. Ella aceptó el desafío.
      Blancanieves lo logró, y se dio cuenta de que esa era su pasión.
             Mientras esto pasaba, en el otro lado del reino, una malvada reina se preparaba para recibir halagos, ya que siempre le preguntaba a su espejo mágico: "¿Quién es la mejor jugadora de videojuegos?", y este le respondía "Usted, mi hermosa reina".
        Pero esta vez la respuesta fue distinta, ya que el halago lo recibió una niña llamada Blancanieves. La reina llena de furia envió a uno de sus soldados a matarla.
         Unos días mas tarde, el soldado llegó a la casa de los siete enanitos y golpeó la puerta. Blancanieves, fastidiada, abrió y vio al apuesto hombre que le ofrecía una roja manzana. Justo en ese momento, el enviado de la reina vio que estaban jugando a uno de sus juegos favoritos. Sin pensarlo, entró y comenzó a jugar con ellos.
             Tiempo después, la reina preguntaba nuevamente a su espejo: "¿Quien es la mejor jugadora de videojuegos?", y recibió la misma respuesta: "Blancanieves es la mejor jugadora". 
              Enojadísima, decidió ir a aquella casa del bosque.
        Pasados unos días, llegó al hogar de los enanitos y retó a Blancanieves a un duelo de videojuegos: Quien perdiera, obtendría todos los puntos de su adversario y se ocuparía de limpiar la casa del bosque. Blancanieves aceptó y así comenzó este enfrentamiento.
            Finalmente, la reina perdió y se dio cuenta de que había cavado su propia tumba. En aquel instante, volvieron los enanitos de la mina y se encontraron con una extraña escena: Blancanieves, el soldado de la reina, y al enano perezoso burlándose de la perdedora del duelo.
          Detras de ellos, llegó un hermoso príncipe que venía a ofrecerle casamiento a la famosa Blancanieves, pero esta lo rechazó, ya que quería quedarse con los enanitos.
 - ¿Qué tienen ellos que no tengo yo? - preguntó el recién llegado.
 - Ellos tienen dos controles inalámbricos y una televisión muy grande - respondió la niña.
 - Puedo cambiar, ¿Me enseñarán a jugar videojuegos?
 - Esta bien. Quedate - dijo la princesa entregándole un control.
Y vivieron casi todos felices por siempre.